Por la naturaleza ubicua y adaptable de los hongos, es difícil predecir cuándo y dónde ocurrirá su contaminación en el alimento. La variedad de factores que influyen en el origen y crecimiento de los hongos es muy extensa y fluctuante, donde cualquier cambio en la condición climática o manejo de cosecha puede resultar en contaminación por hongos o micotoxinas. Las toxinas pueden invadir los cultivos en cualquier etapa, ya sea cosecha, transporte o almacenamiento. De manera que, el control de la contaminación de cereales por micotoxinas de Ergot, se centrará en las fases de pre y post cosecha. El manejo de las micotoxinas se direcciona en torno a la adopción de Buenas Prácticas Agrícolas, Buenas Prácticas de Manufactura y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (Agriopoulou, 2021).
•Control antes de la cosecha
La aplicación de agentes plaguicidas y funguicidas ha sido el enfoque para el control de hongos fitopatogénicos y sus metabolitos derivados en los cultivos alimenticios. La búsqueda actual se basa en estrategias más sostenibles con el ambiente que sean efectivas contra las contaminaciones en la producción agrícola. Una de las posibles herramientas a emplearse es el control biológico. El uso de agentes biológicos posee un espectro de acción limitado en comparación con los fungicidas químicos, sin embargo, los medios biológicos también pueden funcionar bastante bien si se utilizan de forma conjunta con los fungicidas químicos. Como agentes de control biológico, se han empleado levaduras, hongos, bacterias y enzimas que pueden degradar y absorber varias de las micotoxinas. El control biológico en los alcaloides de ergot, tiene un número limitado de estudios publicados y dentro de dichos estudios se han utilizado bacterias y hongos como Pseudomonas aureofaciens y Trichoderma lignorum, respectivamente; los cuales no presentaron un efecto significativo en la germinación de los esclerocios (Agriopoulou, 2021).
Al igual que los funguicidas y plaguicidas, las buenas prácticas agrícolas son métodos empleados para el control de hongos y sus metabolitos en los cultivos. En la supervivencia de los hongos del género Claviceps, los esclerocios son estructuras de gran relevancia que en pocas palabras sirven para la hibernación del patógeno. Cuando llega el período frío de primavera, estas estructuras germinan y se propagan en el entorno (Agriopoulou, 2021).
Como buena práctica agrícola, se ha comprobado que el uso de la cianamida cálcica como fertilizante reduce la germinación de los cornezuelos en un 40 a 50%. Otras prácticas relacionadas como la rotación de cultivos, arado profundo, control de malezas y herbicidas contribuyen favorablemente en el control de los alcaloides de ergot; por motivo de que los cultivos son más robustos y menos vulnerables a infectarse con hongos patógenos. Por último, una de las principales acciones preventivas, es el uso de semillas que no estén infectadas. Muchos de los esclerocios pueden concentrarse en las semillas, y cuando germinan, producen una considerable cantidad de ascosporas que se distribuyen en el suelo y en el ambiente. Dicho esto, el contribuir a la explotación con semilla libre de patógenos evita la contaminación y pérdida de las cosechas (Agriopoulou, 2021).
•Control en la cosecha y postcosecha
En la medida en que los granos de la cosecha van madurando, el control de los esclerocios tiende a ser más efectivo, debido a que la visibilidad de la contaminación del cultivo aumenta. Una cosecha tardía mejora la obtención de cultivos con bajos índices de esclerocios. Cuando la contaminación por esclerocios es demasiado visible se prefiere no mezclar la semilla contaminada con la no infectada, ni a su vez utilizarla como alimento para animales. El uso de clasificadoras por gravedad o por color es una buena alternativa en la reducción de las cargas de contaminación moderada, al remover los esclerocios de la post-cosecha (Agriopoulou, 2021).
Hay varias técnicas de descontaminación del cultivo que se aplican o se centran en dos direcciones. La primera dirección tiene como enfoque el degradar las micotoxinas a unos compuestos menos tóxicos, mientras que la segunda, busca evitar que se reduzca el contenido de nutrientes de los productos agrícolas (Agriopoulou, 2021).
Un término importante a resaltar, es que la descontaminación no es lo mismo que la desintoxicación; dado que en el proceso de degradación se generan productos con una toxicidad desconocida. Entre los procesos de descontaminación, consta el calentamiento que es una forma física capaz de convertir la forma tóxica de un alcaloide como la ergotamina en un producto menos tóxico. Dentro de los alcaloides del cornezuelo, la ergotamina y la ergosina son bastante estables a los tratamientos térmicos y, por otro lado, la ergocristina, ergokriptina, ergocornina y ergometrina son las más susceptibles al calentamiento, por lo que su concentración se reduce al aplicarse el tratamiento térmico. Ante la presentación de una menor cantidad de micotoxinas, otras técnicas de descontaminación físicas pueden ser aplicadas, como es el caso de la clasificación, molienda y flotación. Finalmente, el procesamiento de los granos también contribuye con la eliminación de los alcaloides Ergot, aunque las técnicas comunes como hervir, hornear, cocinar, pasteurizar y freír no reducen en su mayoría las micotoxinas estables (Agriopoulou, 2021).
•El uso de los secuestrantes de micotoxinas
Los secuestrantes de micotoxinas han demostrado ser una estrategia eficaz para contrarrestar los efectos perjudiciales de los alcaloides de ergot una vez que los animales han ingerido alimento contaminado. Los secuestrantes de micotoxinas son compuestos que se añaden a la dieta animal con el propósito de unirse y neutralizar las micotoxinas presentes en los alimentos. Esta estrategia es aplicable también a los ergots, ya que los secuestrantes tienen la capacidad de unirse a estos metabolitos y reducir su absorción en el tracto gastrointestinal de los animales. Al minimizar la absorción de los ergots, los secuestrantes de micotoxinas pueden contribuir significativamente a mitigar los efectos negativos de los alcaloides de ergot en la salud y el rendimiento animal, salvaguardando así la seguridad y el bienestar del ganado (Sillué et al, 2021).