Buenas prácticas agrícolas

En la actualidad no es factible mitigar por completo la contaminación por micotoxinas de los cereales.

Es importante tener en cuenta que la formación de micotoxinas puede acontecer pre- o post-cosecha. Así pues, el mejor método de control es la prevención durante la fase de cultivo y recolección de la cosecha.

A día de hoy hay pautas uniformes a nivel global que deben tomarse en cuenta en los esfuerzos de control y gestión de la contaminación por diferentes micotoxinas. Para que este Código de Prácticas sea eficaz, es necesario que los productores de cada país consideren los principios generales que en él se enuncian, teniendo en cuenta los cultivos, condiciones climáticas y prácticas agrícolas locales antes de intentar aplicar las disposiciones del Código.

Es importante que los productores sean conscientes de que las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) constituyen la primera línea de defensa contra la contaminación de los cereales por micotoxinas, seguida por la aplicación de Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) durante la manipulación, el almacenamiento y la distribución de los cereales destinados a la alimentación humana y animal.
las-buenas-practicas-agricolas-brote-min

ALGUNAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS

PLANEACIÓN DE CULTIVOS

  • Evitar plantar el mismo cultivo por dos años consecutivos en el mismo campo. Se aconseja un plan de rotación.
  • Considerar que el trigo y el maíz son muy sensibles a ser atacados por micotoxinas.
  • Antes de iniciar un nuevo cultivo, es aconsejable preparar el terreno eliminando tallos o rastrojos que hayan quedado y donde pueden estar desarrollados los hongos.
  • En zonas de alta erosión, se recomienda aplicar prácticas que garanticen la conservación del suelo.
  • Realizar análisis del suelo antes del cultivo para determinar si requiere fertilizantes y acondicionadores para mantener su pH.
  • Intentar cultivar semillas variadas según la zona y el país.
  • Elegir un buen momento para plantar. Es decir, evitar épocas de altas temperaturas y sequía.
  • Mantener los surcos de distancia entre las plantas para evitar su hacinamiento.

BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS PARA PRE-COSECHA

Utilizar insecticidas y fungicidas apropiados para cultivos en el marco de la lucha contra las plagas.

  • Erradicar las malas hierbas del cultivo a través de herbicidas o métodos mecánicos.

  • Aplicar riego de manera uniforme para todas las plantas. Reduce la tensión y favorece la maduración de los cultivos.

  • Recoger la cosecha cuando el grano tenga bajo contenido de humedad y esté maduro.

  • Utilizar equipos en buen estado para la recolección y almacenamiento de cosechas.

  • Contar con el equipo adecuado y calibrado para medir el contenido de humedad.

las-buenas-practicas-agricoas-maiz-transparente

BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS PARA LA RECOLECCIÓN

  • Los camiones, vagones y contenedores utilizados para recoger el grano y transportarlo, deben estar limpios, secos y libres de insectos.
  • Evitar que el cereal tenga contacto con el suelo mientras dure la recolección.
  • Recoger de forma adecuada las espigas, tallos, rastrojos de plantas infectadas para evitar la propagación de toxinas al suelo y a futuros cultivos.
  • Una vez recogida la cosecha, determinar sus niveles de humedad.
  • Mantener controlados los niveles de humedad para que se mantengan por debajo de los que favorecen el desarrollo de moho durante el almacenamiento.

BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS PARA EL ALMACENAMIENTO

  • Evitar amontonar producto húmedo recién recolectado más de un par de horas antes de pasarlo a secado.
  • Ventilar de manera permanente los productos garantizando la buena circulación de aire.
  • Contar con instalaciones de almacenamiento adecuadas, secas, ventiladas, con drenaje de aguas subterráneas, control de plagas y de temperatura.
  • Vigilar el nivel de micotoxinas del grano que entra y sale del depósito a través de programas fiables de muestreo. De los más recomendados está el análisis con HPLC-MS.