EXTRACTO DE UVA Y OLIVA EN NUTRICIÓN ANIMAL: UN ENFOQUE SOSTENIBLE PARA MEJORAR LA SALUD Y LA PRODUCTIVIDAD ANIMAL

Las micotoxinas son contaminantes naturales del pienso que suponen un riesgo importante para la salud animal y la productividad general de las granjas. El intestino es la primera barrera de defensa frente a las micotoxinas, por tanto, su alteración puede resultar problemática. La disrupción intestinal deja la puerta abierta a las micotoxinas, induciendo estrés oxidativo que impacta negativamente en la función de muchos órganos vitales. Entre ellos, cabe destacar el daño hepático debido al papel clave del hígado en muchas vías metabólicas (Da Silva et al., 2018; Dolenšek et al., 2021; Shanmugasundaram et al., 2023).

En este sentido, es crucial establecer una estrategia para mejorar la salud animal y la productividad, mitigando los efectos de las micotoxinas. A nivel mundial, los complementos fitogénicos, ricos en compuestos polifenólicos, han captado la atención de los productores para promover prácticas sostenibles. Su contenido de metabolitos secundarios, incluidos los polifenoles, ejerce una amplia gama de efectos favorables por su actividad inmunomoduladora, antiinflamatoria, antioxidante, antimicrobiana y desintoxicante (Abdel-Moneim et al., 2020).

Las uvas y las olivas son frutos originarios de la región del Mediterráneo y contienen una amplia variedad de componentes fenólicos. Además, sus efectos beneficiosos se encuentran descritos desde la antigüedad, incluso en la salud humana. La incorporación de extractos de plantas a base de ambos frutos en la dieta demuestra una profunda efectividad para abordar los desafíos que surgen en las diferentes fases de la producción animal.

Extracto de uva

La uva (Vitis vinifera L.) es uno de los cultivos más importantes del mundo. Por lo tanto, el aprovechamiento de sus subproductos promueve la producción sostenible. Entre la amplia gama de compuestos polifenólicos que contiene, se encuentran los flavonoles, incluidos los monómeros de catequina y su isómero epicatequina, las procianidinas, así como las antocianinas y los otros componentes no flavonoides como el resveratrol y las proantocianidinas. Varios estudios demuestran que el extracto de uva ofrece múltiples beneficios para la salud en nutrición animal (Tabla 1)

Extracto uva oliva

El uso de subproductos de uva en nutrición animal promueve eficazmente la salud intestinal, mejorando la morfología intestinal y la población microbiana. Algunos estudios revelan que el extracto de uva incrementa el número de especies beneficiosas como Lactobacillus y Enterococcus, y disminuye las especies patógenas como Clostridium y E. coli (Viveros et al., 2011; Hajati et al., 2015; Fiesel et al., 2014; Abu Hafsa et al., 2018). Además, la fermentación bacteriana en el intestino y el rumen se ve mejorada (Ma et al., 2023).

Por otro lado, la activación del factor Nrf2 y la reducción de la relación BAX/Bcl2 y la actividad de la caspasa 3, así como la inhibición de la vía MAPK p38 y las citoquinas proinflamatorias, mejoran la salud intestinal, incluso en las fases más desafiantes de la producción animal (Byun et al., 2010; Filocamo et al., 2015; Sireesh et al., 2017). De hecho, Engler et al. (2022) demostró que la suplementación con uva mejoraba la respuesta inmune tras la vacunación.

Asimismo, varios estudios demuestran la capacidad antioxidante de los extractos de uva al incrementar los niveles de varias enzimas antioxidantes, como SOD, CAT, GSH-Px, GST y GSH. Taranu et al. (2019) observó una restauración efectiva de la actividad enzimática antioxidante, contrarrestando el daño oxidativo causado por las micotoxinas. Esta capacidad antioxidante promueve la viabilidad celular mejorando el metabolismo del organismo, incluyendo el hígado y reduciendo la oxidación de lípidos. En consecuencia, se ha observado una mayor digestibilidad de nutrientes, lo que resulta en una mejora de los parámetros productivos y de la calidad de la carne (Brenes et al., 2008; Chamorro et al., 2015; Tucu et al., 2020).

Extracto de oliva

La industria de la oliva ha aumentado en los últimos años debido al creciente consumo de aceite de oliva a nivel mundial (Habeeb et al., 2017). Por tanto, se genera una cantidad considerable de subproductos. El uso de estos subproductos en la dieta de los animales promueve la producción de “residuos cero” (Herrero, 2020), es decir, además de reducir su coste, contribuye a mitigar el cambio climático al reducir la carga ambiental de residuos, protegiendo otros recursos naturales (Tzamaloukas et al., 2021).

La oliva (Olea europea) es rica en polifenoles, como la oleuropeína y el hidroxitirosol, y triterpenos, incluidos los ácidos oleanólico y maslínico, entre otros compuestos bioactivos que aportan muchos efectos promotores de la salud (Herrero, 2020) (Tabla 2).

Extracto uva oliva

La incorporación de subproductos de la oliva en la dieta de los animales promueve la integridad intestinal. De hecho, los extractos de oliva mejoran la morfología del intestino, lo que conlleva una mejor digestibilidad de nutrientes limitando la disbiosis intestinal. Además, la fermentación ruminal e intestinal se ven influenciadas positivamente por los compuestos bioactivos que contiene la oliva (Liehr et al., 2017; Marcos et al., 2019).

El rol de los extractos de uva y oliva en mitigar las micotoxinas

Es bien sabido que el uso de adsorbentes para reducir la absorción y distribución de las toxinas a la sangre y a los órganos diana es la estrategia más común para contrarrestar el desafío de las micotoxinas (Vázquez-Durán et al., 2022). En este contexto, se estudiaron sub-productos agrícolas, como los extractos de uva y oliva, como biosorbentes. Se demostró la eficacia in vitro de los extractos de uva y oliva frente a algunas de las micotoxinas más prevalentes, incluyendo AFB1, ZEN y OTA (Fernándes et al., 2019). Algunos autores observaron que la eficacia de adsorción de micotoxinas de los subproductos de la uva es rápida y simultánea frente a diferentes micotoxinas debido a la presencia de fibras micronizadas y compuestos fenólicos (Avantaggiato et al., 2014; Vázquez-Durán et al., 2022). En la misma línea, se describió una reducción de la absorción gastrointestinal de varias micotoxinas en cerdos (Gambaco et al., 2016). Esta eficacia de adsorción de micotoxinas es una forma adicional de valorar estos subproductos como soluciones para mitigar el desafío de las micotoxinas.

Los extractos de uva y oliva, un enfoque prometedor en nutrición animal

Finalmente, investigaciones recientes han reportado efectos beneficiosos del uso de extractos de uva y oliva debido a la capacidad de modulación de vías metabólicas similares. Estos, a su vez, contrarrestan los efectos colaterales de las micotoxinas (Abdel-Razek et al., 2017; Taranu et al., 2019).

Es por ello que la combinación de ambos ingredientes fitogénicos es una estrategia prometedora en producción animal para conseguir un mejor rendimiento y eficiencia, mitigando el desafío de las micotoxinas, en una producción sostenible.