MICOTOXINAS Y FÁRMACOS ¿HAY INTERACCIONES ENTRE ELLOS?

Introducción

       Las micotoxinas llegan al organismo de los animales a través de la ingesta de alimento contaminado. Este alimento puede contaminarse en cualquier nivel de la cadena alimentaria, desde la cosecha, hasta el procesamiento, transporte o almacenamiento (Liu et al., 2022). Una vez ingeridas, se produce su absorción en el tracto gastrointestinal, para posteriormente ser distribuidas, metabolizadas, y finalmente excretadas.

       Durante los procesos de metabolización que sufren las micotoxinas en el interior del organismo, se produce la biotransformación de las mismas. Es en el hígado donde principalmente sucede este proceso, aunque el tracto gastrointestinal también presenta una importante función metabólica en los animales (Tran et al., 2020). Las reacciones de biotransformación se dividen en dos fases. La primera fase incluye las reacciones de oxidación, hidrólisis y reducción; y la segunda, la reacción de conjugación (Lootens et al., 2022).

       Estas reacciones, en ocasiones, dan lugar a compuestos no tóxicos o de baja toxicidad, pero también pueden generarse metabolitos más tóxicos que la micotoxina inicial. En la mayoría de las reacciones de biotransformación propias de la primera fase, está implicado el citocromo P450 (CYP450), un conjunto de enzimas que presenta un papel fundamental en el metabolismo oxidativo y reductor de muchos compuestos químicos endógenos y exógenos (Tran et al., 2020).

Imagen 1. Estructura tridimensional del citocromo P450.

       La función de este complejo multienzimático consiste en transformar los sustratos en moléculas más polares e hidrosolubles, y, de esta forma, más fáciles de excretar. Sin embargo, en ocasiones puede participar en la activación de fenómenos tóxicos (Rodríguez et al.,2014). La expresión del CYP450 esta influenciada por diversos factores, entre los que se incluyen el estado de salud y la genética. Se sabe que la expresión de este grupo de enzimas varía según la especie animal  (Lootens et al., 2022). 

Interacción entre micotoxinas y fármacos

       Es la interacción de las micotoxinas con el CYP450, lo que hace que la presencia de estas sustancias en el alimento pueda afectar a la farmacocinética y farmacodinámica de algunos xenobióticos. Esto es así, ya que este grupo enzimático está implicado en aproximadamente el 80% de los procesos de metabolización de fármacos. Por ello, de la misma forma, la administración de estos tratamientos puede alterar las rutas metabólicas que biotransforman las micotoxinas (Lootens et al., 2022).

       La interacción entre las micotoxinas y los fármacos puede dar lugar a diferentes resultados. Puede suponer un aumento en el efecto de los fármacos administrados, así como una menor eficacia de los mismos. Mientras que puede verse incrementado el efecto tóxico de las micotoxinas, o, por el contrario, reducido (Lootens et al., 2022). 

       Algunas de las micotoxinas estudiadas en este contexto, han sido la aflatoxina B1 (AFB1), la micotoxina T-2, la zearalenona (ZEA) y, la micotoxina emergente, eniatina B1 (EN B1), ya que en las vías de metabolización de las mismas se encuentra implicado este grupo enzimático (Lootens et al., 2022). Todas ellas, junto con gran parte de los fármacos, pueden actuar como sustratos, inductores o inhibidores de este complejo, además, la ZEA puede actuar sobre un receptor específico de la enzima.

micotoxinas y fármacos

Imagen 2. Esquema de acción de micotoxinas y fármacos en el CYP450 (basado en Lootens et al., 2022).

       De esta forma, existe la posibilidad de que la administración de fármacos a los animales no resulte efectiva a causa de la presencia de micotoxinas en el alimento, de igual forma que esto puede desencadenar casos de sobredosis, debido a una falta de metabolización de los mismos. Por otro lado, la toxicidad de algunas micotoxinas puede verse aumentada, ya sea por la falta de inactivación de las mismas, o, por un incremento en la síntesis de metabolitos más tóxicos.

       Los fármacos pueden actuar como inductores o inhibidores. Se considera más probable la alteración de las reacciones que afectan a las micotoxinas a causa de la administración de fármacos, que viceversa, teniendo en cuenta la dosis de exposición a ambos tipos de sustancias. En el caso de la AFB1 el CYP450 participa en su bioactivación, dando lugar a la aflatoxina-exo-8,9-epóxido y a la aflatoxina-endo-8,9-epóxido (AFBO), metabolitos más tóxicos que la micotoxina inicial. Es por ello, que la administración de fármacos inductores en aquellos animales expuestos a un alimento contaminado por AFB1, puede suponer un aumento en la toxicidad de la misma (Lootens et al., 2022).

Conclusión

Así pues, se ha demostrado que existe una interacción entre la metabolización de las micotoxinas y de los fármacos. Hasta el momento se trata de un tema escasamente estudiado, pero que resulta de especial interés, a causa de sus posibles repercusiones tanto para la sanidad animal, como para la salud pública. El problema de la contaminación por micotoxinas debe enfrentarse de forma eficaz y contundente, ya que se trata de sustancias que además de ser capaces de generar problemas de salud en los animales, pueden alterar el efecto de otros compuestos fundamentales.