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¿Le gustaría saber cómo las micotoxinas pueden afectar negativamente a la producción avícola?

La contaminación por micotoxinas en materias primas, como los cereales y el pienso, es un problema mundial que representa una amenaza constante en la producción avícola. 

El grado de afectación depende del tipo y concentración de micotoxinas en la dieta, la edad del animal y otros factores nutricionales. En este contexto, es importante destacar la multicontaminación en las materias primas y/o piensos, ya que, la presencia de diversas micotoxinas puede tener un efecto aditivo o sinérgico en el animal. 

A continuación, se muestran los efectos negativos más comunes que se han descrito de diferentes micotoxinas en avicultura (Gholampour Azizi et al., 2014; Santin, 2014; Riahi et al., 2021; Wu et al., 2021; Agbool, 2022).

Aflatoxinas

Las aflatoxinas se caracterizan por alterar las funciones hepáticas, renales y ser inmunosupresoras. En consecuencia, la ingestión de aflatoxinas resulta en un empeoramiento de los rendimientos de crecimiento y, en el caso de las ponedoras, una reducción de la tasa de puesta y de la calidad de la cáscara del huevo. Además, se ha observado una disminución de la eficacia de vacunación y un aumento de la mortalidad.

La micotoxina T2

Las aves suelen ser más sensibles a tricotecenos, tales como la T2, que otros animales como los rumiantes. En concreto, los efectos tóxicos de la micotoxina T2 pueden clasificarse como genotóxicos y citotóxicos. 

Esta micotoxina puede afectar al sistema inmune, a las células del aparato digestivo y del hígado, al sistema nervioso y a la piel dando lugar a lesiones orales y cutáneas. Además, puede perjudicar los rendimientos productivos (crecimiento y puesta). 

Deoxinivalenol

El órgano diana de la ocratoxina es el riñón, aunque también es una micotoxina hepatotóxica e inmunosupresora. En general, se ha observado que las aves son menos sensibles a esta micotoxina en comparación con otras especies, como el porcino, ya que tienen una alta capacidad de excreción.  

Sin embargo, se registran alteraciones renales y reducciones en la ingesta y el crecimiento, así como de la tasa de puesta y de la calidad de la cáscara. También se ha observado un aumento de la mortalidad temprana. 

Ocratoxina

El órgano diana de la ocratoxina es el riñón, aunque también es una micotoxina hepatotóxica e inmunosupresora. En general, se ha observado que las aves son menos sensibles a esta micotoxina en comparación con otras especies, como el porcino, ya que tienen una alta capacidad de excreción.  

Sin embargo, se registran alteraciones renales y reducciones en la ingesta y el crecimiento, así como de la tasa de puesta y de la calidad de la cáscara. También se ha observado un aumento de la mortalidad temprana. 

Fumonisina

Las fumonisinas, entra las cuales destaca la fumonisina B1, se caracterizan por las lesiones que producen en el hígado. Además, tras un largo periodo de ingestión de pienso contaminado a bajas dosis de fumonisinas, los animales reducen su consumo y crecimiento. Asimismo, resulta ser una micotoxina inmunosupresora y que puede alterar las funciones nerviosas. En este contexto, la intoxicación por fumonisinas también ha sido asociada a un aumento de mortalidad en las aves. 

Zearalenona

En general, las aves se ven menos afectadas por la zearalenona en comparación con otros monogástricos, como los cerdos. Esta diferencia se debe a diferentes factores, entre los que se han identificado la baja absorción de esta micotoxina y la rápida eliminación de metabolitos producidos en el hígado de las aves.

Centrándonos en los efectos propios de la zearalenona, mayoritariamente se localizan en el tracto reproductor, ya que tiene una estructura química similar a los estrógenos. Por un lado, se han observado reducciones en la puesta y el tamaño del huevo, así como un incremento de la mortalidad embrionaria. Por otro lado, en los machos, se ha observado un menor porcentaje de fertilización. 

Sin embargo, estos casos se observan tras la ingestión de altas dosis de zearalenona. En este escenario, hay que destacar el papel de la zeraralenona en casos de multicontaminación ya que induce un empeoramiento de los efectos negativos producidos por otras micotoxinas, como la aflatoxina B1 o el DON, en los rendimientos productivos, el sistema inmune, el hígado y la barrera intestinal. 

Así, las micotoxinas en la producción avícola resultan un problema silencioso que debe ser abordado para reducir sus efectos negativos sobre la salud de las aves.